Resto de entradas con intenciones didácticas en la etiqueta Aprendizaje.
Bien, ya hemos hablado del origen de GNU/Linux, incluso con un vídeo en su día emitido por TVE, y hemos entrado en los conceptos de software libre, privativo o propietario y distribución. También hemos visto algunos términos de informática básica que nos ayudarán a entender mejor el funcionamiento de nuestro ordenador y también hemos abordado otro tipo de terminología, ya propia de Linux, que contribuirá a que el neófito no se sienta un idiota en un foro de ayuda, algo que, me temo, sucede más de lo que sería aconsejable. Destacaría además el hincapié hecho en los pros y contras que un usuario Windows puede encontrar en caso decidirse a cambiar a Linux y que ambos sistemas pueden coexistir sin problema alguno en un solo PC. Llegamos incluso a explicar un caso práctico en que el uso de la temida shell puede resolver lo que el entorno gráfico no es capaz de arreglar. Y todo esto fue aderezado con diversas microentradas realizadas originalmente desde Twitter y que he tenido la brillante ocurrencia de bautizar como tuitentradas.
Llegados a este punto, pienso que ya va siendo hora de dar el paso y elegir qué distribución vamos a instalar. Porque, créanselo, hay cientos de ellas, quien sabe si miles. Pero como el propósito de este blog es poner las cosas fáciles al novato, al tiempo que el propio autor sigue aprendiendo, vamos a centrarnos en aquellas más populares que, casualmente, también suelen ser las más accesibles.
Si nos vamos a la página Distrowatch encontraremos en la columna de la derecha un ranking de las distros más populares. Está todo en inglés pero, estimado lector, aprovecho para decírselo ahora antes de que se entere de una forma que le pueda mosquear más: si quiere entrar en el mundo de GNU/Linux es más que aconsejable conocer algo del idioma de Shakespeare (Chespir para los españolazos). Y no lo digo por Distrowatch en particular, sino porque los propios archivos de ayuda de Linux, ya sea a través de comandos como man, whatis, info o apropos, básicamente están redactados en inglés. Es cierto que dentro del comando help sí podemos encontrar buena parte de su contenido de ayuda en castellano, pero no nos engañemos, lo habitual es lo otro.
Si nos vamos a Internet, la comunidad Ubuntu hispana, que es la que más frecuento, es muy numerosa y he encontrado ayuda que, en no pocas ocasiones, me ha sacado del apuro con un periférico que no se dejaba configurar o con un error que me parecía imposible de subsanar. Se puede funcionar bien con ese apoyo, pero imagino que no es comparable a poder contar con toda la comunidad angloparlante. Tengamos en cuenta que Ubuntu es la distro más popular; es muy posible que a menor grado de popularidad le corresponda también una comunidad de ayuda de tamaño inferior.
No por ello quiero desanimar a nadie. El traductor de Google ha mejorado mucho en los últimos tiempos, y siempre que la calidad sea alta no importa tanto la cantidad. Yo mismo me manejo en un inglés bastante básico, pero no es impedimento para haberme hecho usuario de Linux con cada vez mayor tiempo de uso en el terminal de comandos. Si hay voluntad y ánimo de superación se puede superar cualquier escollo.
Además, si el uso que se le va a dar es doméstico, el entorno gráfico de la distro que elijamos vendrá sin duda en español, y con con eso podemos tener más que suficiente. Que esta entrada se llama "Perdiendo el miedo a Linux", pero no por ello hay que dejar de ser honesto con el usuario. De honestidad precisamente habla Billy Joel en este clásico.
Bien, ya hemos hablado del origen de GNU/Linux, incluso con un vídeo en su día emitido por TVE, y hemos entrado en los conceptos de software libre, privativo o propietario y distribución. También hemos visto algunos términos de informática básica que nos ayudarán a entender mejor el funcionamiento de nuestro ordenador y también hemos abordado otro tipo de terminología, ya propia de Linux, que contribuirá a que el neófito no se sienta un idiota en un foro de ayuda, algo que, me temo, sucede más de lo que sería aconsejable. Destacaría además el hincapié hecho en los pros y contras que un usuario Windows puede encontrar en caso decidirse a cambiar a Linux y que ambos sistemas pueden coexistir sin problema alguno en un solo PC. Llegamos incluso a explicar un caso práctico en que el uso de la temida shell puede resolver lo que el entorno gráfico no es capaz de arreglar. Y todo esto fue aderezado con diversas microentradas realizadas originalmente desde Twitter y que he tenido la brillante ocurrencia de bautizar como tuitentradas.
Llegados a este punto, pienso que ya va siendo hora de dar el paso y elegir qué distribución vamos a instalar. Porque, créanselo, hay cientos de ellas, quien sabe si miles. Pero como el propósito de este blog es poner las cosas fáciles al novato, al tiempo que el propio autor sigue aprendiendo, vamos a centrarnos en aquellas más populares que, casualmente, también suelen ser las más accesibles.
Si nos vamos a la página Distrowatch encontraremos en la columna de la derecha un ranking de las distros más populares. Está todo en inglés pero, estimado lector, aprovecho para decírselo ahora antes de que se entere de una forma que le pueda mosquear más: si quiere entrar en el mundo de GNU/Linux es más que aconsejable conocer algo del idioma de Shakespeare (Chespir para los españolazos). Y no lo digo por Distrowatch en particular, sino porque los propios archivos de ayuda de Linux, ya sea a través de comandos como man, whatis, info o apropos, básicamente están redactados en inglés. Es cierto que dentro del comando help sí podemos encontrar buena parte de su contenido de ayuda en castellano, pero no nos engañemos, lo habitual es lo otro.
Si nos vamos a Internet, la comunidad Ubuntu hispana, que es la que más frecuento, es muy numerosa y he encontrado ayuda que, en no pocas ocasiones, me ha sacado del apuro con un periférico que no se dejaba configurar o con un error que me parecía imposible de subsanar. Se puede funcionar bien con ese apoyo, pero imagino que no es comparable a poder contar con toda la comunidad angloparlante. Tengamos en cuenta que Ubuntu es la distro más popular; es muy posible que a menor grado de popularidad le corresponda también una comunidad de ayuda de tamaño inferior.
No por ello quiero desanimar a nadie. El traductor de Google ha mejorado mucho en los últimos tiempos, y siempre que la calidad sea alta no importa tanto la cantidad. Yo mismo me manejo en un inglés bastante básico, pero no es impedimento para haberme hecho usuario de Linux con cada vez mayor tiempo de uso en el terminal de comandos. Si hay voluntad y ánimo de superación se puede superar cualquier escollo.
Además, si el uso que se le va a dar es doméstico, el entorno gráfico de la distro que elijamos vendrá sin duda en español, y con con eso podemos tener más que suficiente. Que esta entrada se llama "Perdiendo el miedo a Linux", pero no por ello hay que dejar de ser honesto con el usuario. De honestidad precisamente habla Billy Joel en este clásico.
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